Mi Vida por la Suya

Ser devorado por un dragón no estaba en mis planes, pero si algo iba a salir mal, al menos debía obtener una compensación. Lo enfrenté con mi demanda, y contra toda lógica, terminó accediendo… a su manera.

Primero, me otorgó un set de técnicas supremas. Después, cuando intenté negociar algo más, la conversación tomó un rumbo inesperado. ¿Compartir su barra de vida? Sí, ahora todo el daño que reciba lo absorberá él. ¿Su reacción? Pánico absoluto.

Ahora, el imponente Rey Dragón enfrenta una realidad que jamás imaginó. Con su barra de vida reduciéndose y su destino cada vez más incierto, puede que su única salida sea encontrar un trabajo decente.